La multitarea merma la capacidad de concentración

Desde que vivimos en la era digital, la multitarea se ha instalado en nuestras vidas. La mayoría de las personas la integran automáticamente en su día a día, de manera que cuando están realizando varias tareas a la vez ni siquiera son conscientes. La creencia popular es que la multitarea nos hace ser personas más productivas, que ahorran tiempo haciendo varias cosas a la vez. Incluso, se llega a ver como una cualidad en el entorno laboral.

Sin embargo, diversos estudios han probado que la multitarea no es sinónimo de productividad y mucho menos una forma de ahorrar tiempo. De hecho, merma la productividad en torno a un 40% y te hace dedicar mucho más tiempo que el que necesitarías si te centraras exclusivamente en una actividad en vez de en varias al mismo tiempo. Además, resulta mucho más agotador y es más probable que cometas errores, especialmente si la tarea es compleja.

Estudio de la universidad de Londres

Un estudio de la Universidad de Londres demostró que la multitarea disminuye el coeficiente intelectual; los participantes que hicieron varias cosas a la vez que requerían de un proceso cognitivo experimentaron un coeficiente similar al de un niño de ocho años.  La razón es simple, nuestro cerebro no está preparado para concentrarse en más de una actividad a la vez.

Aunque parece que hay una excepción lógica: las actividades que los humanos tenemos automatizadas y no requieren de un proceso cognitivo, como, por ejemplo, pasear mientras conversamos, o correr mientras escuchamos música. Sin embargo, un estudio realizado en 2009 por investigadores de la Western Washington University descubrió que las personas ocupadas en hacer dos tareas sencillas a la vez no ven las cosas evidentes que tienen delante de los ojos.

Esta afirmación la extrajeron de un experimento muy simple: el 75% de los universitarios que caminaban por el campus mientras hablaban por teléfono no se dieron cuenta de que había un payaso montando en monociclo. Aunque los estudiantes miraban alrededor mientras caminaban y hablaban por teléfono, su cerebro realmente no lo estaba registrando.

La multitarea está sobrevalorada porque, aunque practicándola se pueda pensar que maximizas el tiempo, en realidad el cerebro no puede llegar a concentrarse en ninguna de las tareas que está llevando a cabo. Prueba de ello es un estudio de la Universidad de Utah, que probó que los conductores que iban hablando por sus teléfonos móviles mientras conducían tardaron más en alcanzar su destino que aquellos que sólo se limitaban a conducir.

Hacer las cosas en procesos secuenciales

El doctor en psicología, Guy Winch, señala que lo que ahorra más tiempo es “hacer las cosas en tandas”, en procesos secuenciales. Es decir, enviar todos los emails a la vez, pagar todas las facturas a la vez, etc. Explica que cada tipo de tarea requiere una actitud específica.

De hecho, el profesor de psicología y marketing de la Universidad de Texas, Art Markman, aclara que el cerebro es capaz de aprender patrones de tiempo y espacio e incorporarlos en la rutina. Así que, si tu rutina es mirar las redes sociales cada veinte minutos, independientemente de la actividad que realices, tu cerebro tendrá asimilado ese hábito y lo recordará.

De la misma forma, si habilitas un espacio de trabajo exclusivo, tu cerebro asociará ese espacio con la actividad en concreto que desarrollas en ese lugar. Aplicar estos recursos es interesante para poder concentrarse en una tarea compleja y ser más eficientes evitando la multitarea.

En la era tecnológica a menudo interrumpimos una actividad para bruscamente pasar a otra completamente diferente y en poco tiempo retomar la anterior. Interrumpir una tarea para mirar emails, consultar las redes sociales o chatear son una constante en un mundo lleno de distracciones y, según un estudio de 2011, esta dinámica daña la memoria a corto plazo, esencial en la multitarea.

De acuerdo a una investigación de la Universidad de Illinois, una vez que se nos ha agotado esa capacidad de almacenar información a corto plazo y el cerebro está saturado, la habilidad para pensar de forma creativa se reduce drásticamente y es mucho más difícil conciliar el sueño. Por esta razón la multitarea también es estresante ya que agota las reservas del cerebro y, según Winch, puede incluso derivar en un problema de autoestima o depresión.

A pesar de su auge, combatir la multitarea es posible aplicando una serie de hábitos, algunos de los cuales son:

Desconectarse de los aparatos electrónicos en la medida de lo posible.

Practicar mindfulness. Facilita el autocontrol de los pensamientos, además de otros muchos beneficios.

Plasmar los pensamientos en papel contribuye a optimizar la capacidad organizativa.

-Utilizar apps especializadas en la gestión del tiempo.

-Usar sólo una aplicación al mismo tiempo en lugar de estar cambiando de una aplicación a otra.

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