Crear una red de contactos no sólo es imprescindible para los empresarios y los altos cargos. En la actualidad, crear una marca personal y establecer los contactos adecuados es igual o más importante que los títulos universitarios a la hora de alcanzar el éxito laboral y desarrollar una carrera profesional.
Pero hacer contactos puede resultar intimidante y desafortunado, especialmente para aquellas personas que son introvertidas, apenas tienen habilidades sociales y para las que la inteligencia emocional no es su fuerte.
Así que es frecuente que la mayoría de las personas intenten aplicar fórmulas estandarizadas con el fin de desarrollar una red de contactos, lo cual puede resultar demasiado forzado o tenso y terminar desembocando en el efecto contrario. Es decir, que crear una red de contactos sea un trabajo tedioso que conlleve mucho esfuerzo, en vez de simplemente algo positivo que disfrutar y de lo que aprender.
Como es lógico no existe una fórmula perfecta que aplicar a las relaciones humanas, pero sí hay consejos que pueden guiarte a la hora de lanzarte a la aventura.
No te agobies
No te agobies pensando en qué puedes hacer tú para destacar e impresionar al resto, o simplemente cómo deberías ser para agradar a los demás. Es un clásico, pero sé tú mismo. Mantener una imagen falsa de ti mismo además de resultarte agotador no te llevará a ninguna parte. La naturalidad es una cualidad humana y la mejor carta de presentación. Al final, se trata de personas comunicándose con personas, así que pásatelo bien y recuerda que la sonrisa es un lenguaje universal.
Propicia encuentros en persona
Es fácil limitarse al mundo virtual, comunicarse con e-mails o incluso llegar a construir una reputación en redes profesionales como LinkedIn. En la era tecnológica se puede llegar a pensar que el mundo virtual es el conjunto de la realidad, que lo abarca todo y que es suficiente. Pero la verdad es que, si quieres construir una red de contactos sólida, real y de confianza, no puedes limitarte a hacerlo desde tu smartphone. Propicia encuentros en persona, tómate un café y charla, comparte ideas, ofrece un interés real en la otra persona y muestra tu lado más humano. De esa forma, se establecen las conexiones profundas y se traspasa la barrera de la superficialidad que nos ofrecen los medios digitales.
Llega antes
Si atiendes a un evento o a una reunión personal llega antes de la hora acordada. Al llegar antes das a entender que eres una persona responsable, organizada, educada y que valoriza su tiempo y el de las demás personas. Por supuesto, lo más importante es que muestras un interés real y que te preocupas por ser una persona respetuosa.
Rodéate de personas que te hagan ser mejor
Analiza tu círculo profesional y social; es esencial rodearse de las personas adecuadas. Aquellas en las que se puede confiar y que, además de hacernos progresar como personas, nos aportan valor añadido, nos influyen positivamente y nos ofrecen nuevos retos.
Preocúpate por lo que puedes dar tú en vez de en lo que puedes obtener
Según Adam Grant, psicólogo y autor de “Give and Take”, la clave del networking es focalizarse en servir a los demás en vez de centrarte en tus beneficios personales. En este sentido, la vieja idea de hacer algo por alguien a cambio de que esa persona haga algo por ti no es acertada.
Grant aclara que, aunque “la reciprocidad es una regla poderosa”, es probable que la otra persona tenga la sensación de estar siendo manipulada. Por esa razón, es complicado crear una conexión profunda esperando recibir algo a cambio, porque el potencial de esa relación se ve muy limitado por una condición de base.
Por otro lado, si focalizas la relación en aportar valor a la otra persona, el vínculo que se establece es más fuerte y a largo plazo obtendrás recompensas, incluso aunque no fuera la motivación inicial para relacionarte con un contacto.
Un ejemplo de esta filosofía de networking es Adam Rifkin, CEO de PandaWhale y según la revista “Fortune” mejor networker de Silicon Valley en 2011. Rifkin explica que desarrolla su red de contactos cada día, a través de “pequeños gestos y actos de generosidad” con el deseo de “mejorar las vidas de las personas” a las que está conectado”. El CEO tiene claro que es mejor dar que recibir y aconseja no ofrecer algo porque quieras algo a cambio, sino “mostrar un interés genuino en los demás” y encontrar puntos en común.
Lleva tiempo
En cualquier caso, es imprescindible ser consciente de que construir una red de contactos valiosa requiere de mucho tiempo, es un objetivo a largo plazo y el éxito no está garantizado.