El panorama laboral vive continuos cambios en la actualidad, tanto que muchos de los puestos de trabajo que hoy en día conocemos, cambiarán radicalmente en el futuro, dando paso a otros muchos relacionados, en su gran mayoría, con la tecnología.
Ante un ambiente cambiante, los gerentes o líderes van a necesitar nuevas capacidades para desarrollarse y no quedar obsoletos. Es importante conocer y tener en cuenta las habilidades directivas que a día de hoy ya son necesarias, y que lo seguirán siendo para adaptarse a los nuevos desafíos futuros.
Liderar el desarrollo rentable del equipo
Las estructuras jerárquicas estrictas que funcionaban en el pasado se están convirtiendo en una pérdida de tiempo. El mercado cada vez más se compone de millennials, y esta nueva generación vería mermados sus objetivos ante una jerarquía así. El objetivo es crear equipos específicos para cada propósito.
El líder inteligente debe aprender a examinar la necesidad general que pueda surgir. A partir de aquí, debe construir un equipo con el fin de satisfacer esta misma necesidad. El objetivo ahora es centrarse en el desarrollo de personas y equipos que contribuyan a cada propósito.
Adaptarse a los nuevos cambios
La tecnología es ya en la actualidad un factor presente en la mayoría de puestos de trabajo. Aunque aún no ha alcanzado todos los sectores, es evidente que en el futuro será un factor indispensable para desarrollar cualquier empleo. Es necesario que todo líder a día de hoy sea capaz de estar al día de las novedades tecnológicas, y consiga anticiparse a los posibles problemas futuros. Asimismo, esta habilidad le va a permitir gestionar mejor todos los cambios que se puedan producir, porque incluirán uso de tecnología y que afecten al equipo humano, y estará al tanto de las tecnologías emergentes para detectar oportunidades.
Generar confianza para un ambiente productivo
Para que los equipos de trabajo funcionen, es necesario que los gerentes sean capaces de transmitir confianza a todos sus trabajadores, ya no sólo de forma personal, sino también en la distancia. Es una habilidad importante en los nuevos tiempos: que los trabajadores sientan esa confianza.
La forma de conseguir que un equipo trabaje adecuadamente radica en el comportamiento de la dirección o gerencia, ya que es a partir de aquí donde se fomenta esa confianza que permitirá un desarrollo sin obstáculos y la propia fidelidad de los trabajadores.
Evaluar las habilidades creativas del equipo
Es necesario que el líder adquiera la capacidad de evaluar de forma objetiva, tanto las habilidades humanas como las técnicas. Debe conseguir ver, con un pensamiento crítico, las capacidades creativas para la resolución de problemas de sus candidatos y empleados.
Esta habilidad requiere contar con una visión directa y empática, que permita detectar las aptitudes de otros, así como identificar las herramientas y evaluaciones emergentes que puedan ir surgiendo a este propósito.
Medir el éxito a través del rendimiento
Tal y como se mencionaba anteriormente, el panorama laboral sufre cambios continuos, entre los cuales el lugar de trabajo ya no es un punto importante. Los gerentes deberán centrar sus evaluaciones, no en el dónde y el cómo, sino en los propios resultados.
Los directivos no deben centrarse en las horas trabajadas, sino en evaluar las habilidades y rendimiento por medio de los resultados obtenidos. Los aspectos que cobran importancia ahora son la comunicación la gestión de las relaciones.
Diferenciar entre colaboración y consenso
Los entornos laborales han evolucionado rompiendo con la creencia de que la jerarquía y armonía es la solución. El líder debe fomentar la colaboración entre sus empleados, no desde un punto mandatario, sino ayudando al desarrollo profesional del equipo y la compañía.
Ha de ser capaz de liderar equipos en los que la colaboración se base en un debate constructivo; es así como surgirán las ideas innovadoras y los resultados evolutivos que beneficiarán al crecimiento empresarial. Esto es esencial para convertirse en un gerente de éxito.
Prestar atención a la inteligencia emocional
Esta habilidad está experimentando un gran auge en todas las compañías, aunque sin duda aún le queda mucho por crecer. Sin embargo, ser una persona con gran consciencia del valoir de la inteligencia emocional, repercute de forma positiva en la forma de trabajo de todo el equipo.
Ser consciente de sí mismo, así como conocer tus propias fortalezas y debilidades, ayuda a tener una mayor empatía con los demás, y en especial con tus empleados. Esto permite ganar en perspectiva y evaluación sobre lo que no está funcionando en el equipo, y ser capaz de establecer soluciones objetivas.